Escucho una voz de pronto mientras aun permanecia tumbado disfrutando de la suave brisa que circulaba por el lugar. Abri ligeramente uno de mis ojos y vi como alli de pie estaba mirandome Kakuzu, esperando para combatir conmigo. Volvi a cerrar mi ojo y, tras un leve suspiro, comence a levantarme lentamente hasta quedar sentado de forma que estaba apoyando mis manos sobre mis rodillas.
-¿Estas seguro, Kakuzu? En fin si asi lo deseas comencemos cuanto antes.
Termine de levantarme hasta quedar erguido frente a mi oponente.
-Yo estoy listo, da tu la señal.